Los clientes suelen dar mucha importancia a la estética y diseño de su web. Y eso está bien. Para ello contamos con nuestro diseñador, que se encarga de adaptarla en función de la imagen corporativa. Pero en ocasiones se le da más importancia que a la usabilidad, o lo que es peor, a la optimización para buscadores.
No es nada extraño recibir la llamada de algún empresario consternado por no aparecer en Google, a pesar de haber hecho una web "que le ha costado un ojo de la cara", y que "es muy dinámica, elegante y profesional". Y resulta que está hecha en Flash, que será muy cool, pero que Google no indexa bien.
Está bien querer ofrecer una buena experiencia al usuario, pero no debemos olvidar que para Google "la belleza está en el interior", ya que tiene la "capacidad" de no dejarse guiar por las sensaciones que le provocan la combinación de colores de la página, sino por factores objetivos de ranking. Así pues, lo primero que tenemos que hacer cuando nos propongamos mejorar el Posicionamiento Natural de nuestra página, es ver con los ojos de Google.
Hay varias herramientas que nos permiten ver tu web como la ve Google. Una de las que más recomiendo por su facilidad de uso es Browseo, donde tan solo introduciendo la URL, puedes ver y navegar a través de la página como lo haría cualquier buscador. En su modo avanzado, también tienes la posibilidad de elegir entre nueve bots (crawlers, rastradores, spiders), y analizar tu web con trece herramientas clásicas (whois, link checker, links to page, contenido duplicado, etc.).
Otras herramientas que también nos ofrecen los "ojos de Google" son el modo texto de las páginas en caché del propio Google, la extensión de, la barra de herramientas de SEOmoz, la extensión para Chrome Google Eyes, o la opción de Explorar como Google Bot de las Herramientas para webmasters. Todas son válidas para asegurarse y comprobar regularmente que Google ve lo que queremos que vea.