He hablado en numerosas ocasiones de la importancia de tener contenido fresco e inédito en tu web, para mejorar tu posicionamiento. No únicamente para que Google te tenga en mejor consideración, sino porque también crearás un longtail que te funcionará muy bien para la captación de clientes. Así pues, este artículo no pretende convencer a nadie del hecho que escribir cada día es positivo, sino de cómo hacerlo.
Pero no es fácil escribir artículos periódicamente, sobretodo al principio, cuando uno no tiene el ritmo ni la agilidad de aquel que ya lleva un tiempo haciéndolo. Es por es que quiero compartir algunos consejos que a mi me han funcionado bastante bien. Quizás los podáis adaptar a vuestras necesidades.
No dejéis escapar ideas
¿Cuantas veces os ha pasado que habéis tenido una idea para un artículo, y por no apuntarla se os ha olvidado? No debéis dejar que eso ocurra. Apuntadla rápidamente donde sea. Hoy en día todo el mundo lleva siempre encima el móvil. Apuntad-lo en la aplicación de notas, o en un SMS, o os lo enviáis por mail. O incluso en una servilleta o en la mano.
Roald Dahl siempre decía que ese era el punto más importante para una buena historia. La idea. Y que en cuanto se le ocurría una, dejaba de hace lo que estuviera haciendo, y no paraba hasta poder apuntarla. Incluso un día que iba condiciendo llegó a parar el coche en la cuneta para apuntar la idea con el dedo en la suciedad de la ventanilla.
Habrá días en que por la alienación de los astros y la inspiración de las musas griegas, quizás tengas multitud de ideas para escribir artículos. Aprovecha y apúntalas todas. Lo agradecerás en los días de sequedad creativa o de inspiración paleolítica.
Uso de los borradores
Raramente me siento delante del ordenador, le doy a "Añadir nueva entrada", la escribo del tirón y la publico. La mayoría de veces que empiezo un artículo es simplemente para dejarlo en borrador. Pongo un título provisional, y una frase o un enlace para recordar la idea, artículo o recurso del que quiero hablar, y lo guardo como borrador. Que tenga una idea no quiere decir que en ese momento tenga ganas de escribir sobre ella. A veces hay borradores que están semanas o incluso meses sin llegar a ser más que una frase.
Así pues, cuando voy a escribir, miro todos mis borradores, y elijo sobre el que más me apetece trabajar. A veces escribo el artículo definitivo y lo publico, a veces simplemente trabajo en él sin llegar a terminarlo, pero lo dejo lo suficientemente avanzado como para acabarlo en otro momento.
Escribe borracho, edita sobrio
Esto es un clásico que utilizan muchos escritores. Cuando escribo un artículo, voy a saco. No me paro a mirar posibles errores tipográficos, de sintaxis o de ortografía. Tampoco me preocupa la estructura. Si tengo que estar modificando el artículo des del primer momento, el proceso se hace eterno y a veces puedo llegar a perder el hilo. Así pues, está permitido escribir borracho. ¡Que la verborrea nos bendiga a todos, al ataque!
Pero luego viene la calma. Una vez el artículo borracho está listo, debemos empezar el proceso de edición. Ya sea a continuación, o en otro momento (aconsejable), me leo de nuevo el artículo de principio a fin, realizando todos los cambios, ya sean de estructura, ortografía, errores tipográficos, etc. Una vez acabo la edición, empiezo a leer de nuevo. Cuando puedo leer el artículo de cabo a rabo sin modificar nada, ¡ya está listo para publicar! :)
Organiza las temáticas
Una de las prácticas que estoy llevando a cabo, que perfeccionaré durante los próximos días, es la de organizar las temáticas de este blog según el día de la semana. Me es mucho más fácil elegir un tema para un artículo si focalizo mi atención en una temática concreta. Por ejemplo, los lunes escribo sobre algo que me guste. Eso me facilita mucho las cosas, pues cuando llega un lunes ya sé que "toca" escribir sobre algún tema, empresa o recurso que me guste, a nivel de recomendación.
El hecho de "limitar" la temática me va muy bien, ya que puedo hablar de tantas cosas que a veces quedo abrumado por la candidad de posibilidades y me cuesta más decidir. Es como llegar a un parking en el que hay cientos de sitios libres para aparcar. Te cuesta mucho más decidir que si llegas y sólo hay uno o dos sitios libres. Incluso a veces aparcas mejor.
También es una forma de organizar las categorías de tu blog. Puedes establecer una pauta con la que cada artículo que escribas, sea de una categoría distinta de tu blog. Y no puedes repetir categoría hasta que las has hecho todas. Esta es también una forma con la que te puedes asegurar que tus categorías principales estan equilibradas, y no tienes una con el 90% de tus artículos. En el caso que sea así, quizás debas replantear si tienes unas categorías bien establecidas.
¡Evidentemente, no tienes porque seguir a rajatabla esta pauta! La idea es que te ayude a elegir un tema para cada artículo, para no tener el síndrome de "la página en blanco". Pero habrá ocasiones en que te apetecerá mucho escribir sobre un tema, quizás porque simplemente te apasiona, o porque es alguna novedad o noticia importante que debes publicar de inmediato. Pero exceptuando esas ocasiones, la pauta te puede ser de gran ayuda.
Empieza...
Un último consejo, y seguramente el más importante: Empieza. Empieza ya a escribir cada día. No hace falta que sea una obra de arte para optar a un premio Nobel de literatura. Simplemente es un post. Escríbelo. Y mañana otro. ¿Y sabes qué? Ese será mejor. Y el de pasado mañana aún mejor. Imagínate como serán dentro de un año, cuando lleves más de 300.
Al igual que un artista, con cada obra no sólo tienes un trabajo más, sino que también has ganado experiencia. No puedes pretender ser un Shakespeare des del primer momento. Eso conlleva experiencia. Como en cualquier empleo. Desde un fontanero hasta un jugador de fútbol. Si no practican, no aprenden y no mejoran. O sea que no te cortes, y empieza a escribir. Verás como a medida que lo hagas, cada día te será más y más fácil.
... o abandona
Y si en un ejercicio de sinceridad y humildad aceptas que te es completamente imposible escribir un blog de forma periódica, abandona. No lo hagas. Si tu día a día realmente (y digo realmente, y no como excusa barata) no te permite hacerlo, abandona. Hay otras opciones como ya he hablado en otras ocasiones. Hay multitud de profesionales capacitados para hacer ese trabajo. Y si no conoces a ningún redactor de contenidos, o simplemente quieres que te aconse alguno, ponte en contacto conmigo, y te recomendaré a alguien de confianza.