Aunque Marta siempre ha tenido que trabajar por su cuenta, la universidad no fue de gran ayuda para aprender a emprender.
Su formación en diseño de producto no terminaba de convencerla, así que siguió por el camino de la experiencia del usuario. Aplicó todo lo aprendido para crear su web, en la que ofrece diseño de servicios.
Su trabajo consiste en diferenciar a cada cliente, clarificando sus puntos fuertes y adaptándolos en forma de servicios. Una parte esencial de su trabajo es analizar desde una perspectiva creativa a sus clientes para saber qué es lo que pueden ofrecer.
Uno de los problemas más frecuentes que tiene que abordar es hacer ver a sus clientes que necesitan diferenciarse de los demás. La formación práctica que ofrece se basa precisamente en enseñar a sus alumnos a romper esquemas para ser auténticos.
Ha limitado sus cursos a un máximo de diez alumnos para hacer un seguimiento y revisión constante de su evolución y sus proyectos. Acompaña a los alumnos durante ocho semanas en las que es accesible para ellos en todo momento, facilitando que se den feedback entre sí.
Ha tardado casi cinco años en definir qué quería hacer y vivir de ello, pero al fin lo ha conseguido. Para darse a conocer, su blog y el marketing de contenidos han sido sus grandes aliados.
En 2018 le gustaría empezar a impartir formación presencial para transmitir con más fidelidad aún su sistema.