Hoy hablamos de mentores y aprendices. ¿En qué consiste? ¿Cuál es su papel? ¿Vale la pena? ¿Dónde podemos encontrar uno?
Hoy, en lugar de las notas del programa habituales, os voy a dejar el capítulo "mentores" de mi libro "En 100 años todos muertos", ya que el episodio se basa en gran parte en lo que digo ahí, espero que os guste :)
Mentores
Llegamos a un punto muy interesante: los mentores. Creedme: si todo emprendedor tuviera un mentor, la tasa de éxito de nuevas startups pasaría del 10% al 90%, sin duda alguna.
Pero empecemos por el principio… ¿Qué es un mentor? Bien, pues se trata ni más ni menos de una persona que ayuda, aconseja o guía a otra.
Una relación de «mentoría» consiste en que una persona más experimentada o con mayor conocimiento (mentor) ayude a otra menos experimentada o con menor conocimiento (aprendiz o protegido).
Esta mentoría suele ser informal debido a la confianza que el mentor tiene con el aprendiz. Y cuando digo informal, me refiero a que en muchas ocasiones un mentor puede ser alguien con quien vas a tomar un café y le haces algunas preguntas o le pides consejo cuando tienes que tomar una decisión importante.
En el mundo de los emprendedores, los temas típicos que suele tratar un mentor con su aprendiz son los que hemos estado hablando (y que hablaremos) en este libro: modelo de negocio, producto, clientes, equipos, financiación, etc.
El mentor también puede guiarte por atajos que desconoces, presentarte a personas influyentes o incluso darte un cierto prestigio o relevancia en tu sector.
En principio suena genial, ¿verdad? Y realmente lo es. Tan genial como difícil es encontrar uno.
Principal dificultad: Encontrar uno
En este caso, la dificultad es bidireccional. Es difícil encontrar un buen mentor y es difícil encontrar un buen aprendiz.
¿Por qué es difícil encontrar un buen mentor? Simplemente porque hay muy poca gente que tenga tiempo y ganas de hacerlo y que, además, sirva para ello. Es pura oferta y demanda.
Los grandes expertos y especialistas suelen tener agendas ocupadísimas y milimetradas, porque su tiempo vale mucho dinero. Así pues, rara es la ocasión en la que alguno de ellos decide ceder su tiempo desinteresadamente para ayudar a alguien. Y si lo hicieran, estarían limitados a hacerlo con una o dos personas como mucho, porque sería imposible escalarlo a muchas.
¿Por qué es difícil encontrar un aprendiz? Porque hoy en día hay muy poca gente que se comprometa. La gran mayoría deja los proyectos, sueños y objetivos a medias.
Si el mentor se compromete a ser un compañero de viaje, también debe hacerlo el aprendiz. ¡Y con más razón! Pues está ocupando el tiempo de ese mentor, que al fin y al cabo le ayuda sin ningún tipo de contraprestación.
Eso hace que muchas relaciones de mentoría se abandonen y que los mentores acaben quemados, sin ganas de tener más aprendices, porque sienten que han estado perdiendo el tiempo y cierran la puerta a repetir en un futuro.
Para que nos hagamos una idea del tipo de relación que se establece, es parecida a lo que antes eran los gremios, de los que ya hemos hablado. Los maestros traspasaban sus conocimientos y experiencia a los aprendices, y estos incluso trabajaban juntos. Como ya os comentaba, hoy en día este sistema ha desaparecido de la cultura occidental, con excepción de algunas empresas familiares.
También es bastante normal que pequeños empresarios den la posibilidad a sus hijos de trabajar en la empresa familiar. No entraré a valorar si eso es algo más o menos aconsejable, pero el caso es que ocurre. Y la figura del hijo trabajando al lado del padre para aprender lo máximo, hasta que éste se jubila y le pasa el relevo, es bastante usual.
Pero en lugar de vínculos gremiales o familiares, en este caso el vínculo es la voluntad de querer enseñar y de querer aprender. No hace falta ser del gremio ni de la familia. Sólo tener ganas de enseñar y de aprender.
¿Cómo encontrar un mentor?
Bien, es una pregunta difícil. Empecemos diciendo cómo NO encontrar un mentor.
Nunca intentéis encontrar un mentor preguntándole a alguien: «¿Quieres ser mi mentor?». Eso no funciona así. Para empezar, esa pregunta es demasiado vaga y ambigua. Si apenas nadie sabe exactamente cómo definir un mentor, imaginad lo que supone aceptar tal responsabilidad.
Así pues, la mejor aproximación sería la de «dar antes de pedir». Piensa en qué cosas puede valorar esa persona antes de pedirle algo. Quizá le puedas invitar un día a tomar un café, hacerle saber que le conoces y que te gusta su trabajo. O simplemente, contestar sus preguntas en las redes sociales o hacer aportaciones interesantes en su blog.
Importante: no estoy diciendo que le hagas la pelota a nadie. Sólo que si quieres empezar una relación con buen pie, no deberías empezar pidiendo a puerta fría. Es mucho más fácil empezar si te reconoce como una persona que, de alguna forma, ha contribuido positivamente a su causa.
Eso no siempre funcionará. A veces hay gente que, simplemente, no encaja. Si tienes esa sensación, no lo fuerces: déjalo pasar y busca otro. La relación debe fluir por sí sola.
Sé que esto es un poco complejo, así que vamos a hacer un paralelismo que os ayudará a entenderlo muchísimo mejor: un noviazgo.
Imagina que hay una persona que te gusta, física e intelectualmente. La conoces, sabes cómo es, cómo se comporta y te estás enamorando. Pero ella no te conoce, nunca ha oído hablar de ti.
¿Crees que sería muy apropiado acercarte a ella y preguntarle si quiere ser tu novia (o novio)? Así, en frío. No, ¿verdad?
Pues esto sería exactamente lo mismo que ir y pedirle a alguien que no te conoce si quiere ser tu menor. ¿Cómo va a aceptar algo así?
Antes de proponerle a una persona que sea tu pareja debes dar pequeños pasos, acercarte a ella, dejarte ver, ser amable, ayudar, mostrar tus cualidades, etc. Bueno, ya sabéis a lo que me refiero. Esto existe desde el principio de los tiempos, es ley de vida.
Pues salvando las distancias, con un mentor es parecido. Evidentemente, el nivel de compromiso no es tan elevado: no vas a tener hijos con tu mentor (vamos, en principio no es lo normal), pero sí que hay cierto nivel de implicación.
Por tanto, para encontrar un buen mentor, empieza buscando entre la gente de tus círculos cercanos. Alguien a quien admires y que te inspire confianza. Gente que ya te conozca, que sepa el potencial que tienes y que pueda confiar en ti.
Si te pones a contactar con gente famosa o popular, lo más seguro es que te digan que no. Primero, porque deben estar ocupados a dos años vista y segundo, porque recibirán solicitudes parecidas cada dos por tres. ¡Y encima, ni te conocen!
Pero si no localizas a nadie en tus círculos de quien creas que puedes aprender, empieza a buscar, a interactuar y llamar la atención de ese que sigues a través de su web. Síguele en redes sociales, comenta sus actualizaciones de estado e incluso mantén debates con él en foros de discusión sobre temas de vuestro sector.
Si actúas de esa forma, gradualmente esa persona empezará a reconocerte y luego a interesarse por ti. Y el día que eso pase y mire tu página web o tu perfil de LinkedIn, debe ver que eres alguien con potencial y que tienes tu propia voz.
En definitiva, debes ponerte en su lugar. Imagina que fueras esa persona. Con ese éxito, con esos conocimientos, con esa experiencia, ¿qué buscarías en un aprendiz? Y actúa en consecuencia.
En resumen, un mentor te puede ayudar muchísimo, pero es muy difícil establecer una relación a largo plazo, porque implica una gran responsabilidad por parte de ambos. Pero si lo consigues, valdrá mucho la pena :)
Y con esto zanjamos el programa de hoy y finalizamos la semana. ¡Recordad que nos vemos a las 10:10, en la clase del curso para Vender entradas en WooCommerce, que mañana tenéis clase de Google Drive y que el domingo hay clase flash de menús de WordPress.
Como siempre, muchísimas gracias por vuestras valoraciones de 5 estrellas en iTunes, por vuestros Me Gusta en Ivoox, y por estar al otro lado.
Y ya lo sabéis: Es viernes, o sea que pasad un magnífico sábado, un mejor domingo, descansad, desconectad, y relajaros, porque el lunes a las 07:07 regresamos con vuestras preguntas! Hasta entonces... ¡Muy buen fin de semana! :)