Muy buenos días y bienvenidos una vez más a Marketing Online, el podcast en el que hablamos del fantástico mundo del marketing en Internet, márketing digital, o marketing de redes, da igual como le quieras llamar, porque ya sabemos de lo que hablamos.
Hoy toca hablar de SMO, o sea Social Media Optimization, o sea, redes sociales. Ya sabéis: Facebook, Twitter, LinkedIn, Google+, Pinterest, Instagram, o Youtube entre otras. El objetivo del programa es que os podáis hacer una idea de como funciona y de como le podéis sacar provecho.
Pero exactamente, ¿Qué es una red social?
Hablando en plata, una red social simplemente una web. No tiene más secreto, aunque nos intenten vender conceptos más complicados. Una web en la que mucha gente está inscrita y comparte información, ya sea en forma de texto, fotos, vídeos o lo que sea. La idea está en compartir información con otras personas afines, ya sea a nivel profesional, sentimental, familiar o simplemente de entretenimiento.
Pero cierto es que en la web no acaba todo. Una red social suele tener muchos sistemas de acceso, no únicamente la web en sí que visitas en el navegador, sino de otras formas. Por ejemplo, una forma muy típica de acceder a una red social es a través de una App de móvil. Así pues, en lugar de ir a la web de Twitter para escribir algo, puedes usar la aplicación para móvil, pues es mucho más fácil y rápido. También existen aplicaciones para tablets, o incluso para ordenadores, tengas la marca que tengas, y tengas el sistema operativo que tengas. Incluso podemos optar entre varias aplicaciones o software que ofrecen más o menos extras. Así pues, se puede acceder a esas redes sociales a través de múltiples programas o dispositivos.
¿Pero para qué sirve?
Os preguntaréis ¿Y que pinta mi empresa dentro de una red social de estas? ¿Para qué sirve? Bueno, pues la gracia está en que del mismo modo que una persona se puede inscribir a una red social, las empresas también pueden. Y evidentemente, también pueden compartir información, ya sea con personas o con otras empresas. Ahá, exacto. Ya veis por dónde van los tiros, ¿verdad? A cuanta más gente llegue esa información que comparto, más gente me conocerá y más gente me comprará. O al menos esa es la idea básica. Aunque como veremos, no es tan fácil.
Sobretodo, una red social es un sistema masivo de distribución de contenido. Y eso es importantísimo. Analicemos la definición de Marketing de Contenidos: "El marketing de contenidos es una técnica de marketing de creación y distribución de contenido valioso, pertinente y coherente para atraer y adquirir un público claramente definido con el objetivo de impulsar una acción rentable del cliente." Como podéis ver, es el matrimonio perfecto.
¿Pero como de masivo es? Bien, pues para hacernos una idea, actualmente Facebook tiene 1.310.000.000 de usuarios activos. Youtube 1.000.000.000, y Twitter 241.000.000. Y eso son usuarios activos, eh? O sea, que se han conectado durante el último mes. Como podéis ver, es muy, muy masivo. Imaginad que Facebook tiene actualmente 700.000 "Me gusta" por minuto. De las 10 páginas más visitadas a nivel mundial, la tercera es Facebook, la cuarta Youtube y la sexta Twitter.
Esto parece el paraíso, ¿no?
Pero claro, no es oro todo lo que reluce. Como en todo sistema, hay ciertos puntos débiles. En el caso de las redes sociales, la pega son precisamente esos miles de millones de usuarios que las utilizan. Os preguntaréis como pueden ser un problema todos esos usarios... bien, pues porque son nuestros competidores.
Cada vez que ponemos una actualización de estado en una red social, estamos compitiendo a nivel de visibilidad no sólo con otras empresas que publican otros mensajes, sino con todos los amigos y conocidos que esa persona tiene agregados en esa red. O sea, que nuestro mensaje compite con una foto de las vacaciones de un primo, con actualizaciones de estado de tu pareja, o con vídeos virales del cuñado. Todo eso aparece en el timeline de cada usuario, y a una velocidad vertiginosa. Así pues, a veces es muy complicado que nuestro mensaje destaque por encima del resto. Y mucho más que después alguien lo recuerde al final del día.
Sólo un dato: Una actualización de Facebook dura de promedio 3 horas en el timeline de alguien, y sólo llega al 16% de los que te siguen.
Entonces, ¿Cómo llego al usuario?
Principalmente las empresas pueden darse a conocer en las redes sociales de dos formas.
La primera es de una forma orgánica, o sea, ganándoselo a pulso, compartiendo información importante y consiguiendo que la gente te siga por voluntad propia y porque les interesa esa información. Esa es la forma más auténtica de construir una comunidad. Generar contenido de valor que atraiga a ese publico objetivo interesado en ella. Por ejemplo, este podcast. Yo hago este podcast con información de valor para la gente interesada en el Marketing Online. Yo creo contenido constantemente, añadiendo más y más programas. Y poco a poco voy construyendo comunidad a medida que la gente descubre y comparte este podcast.
Ya hablaremos de gestión de comunidades y del papel del Community Manager más adelante en otros programas, pero ahora lo que me interesa es que os quede un concepto claro: La gestión de la comunidad orgánica requiere un esfuerzo hercúleo como menos. Se debe cuidar, mimar y vigilar como si tratara de un huerto o jardín. Debes cavar, usar fertilizantes, plantar, regar, cuidar, arrancar malas hierbas, y mimarlo o se te morirá en dos días. Así pues, tengamos en cuenta que no es para nada fácil. Requiere esfuerzo.
El otro método para llegar al usuario y crear un grupo de seguidores (más que no comunidad) es, evidentemente, pagando. De ese modo, conseguiremos llegar a más gente y tener un alcance mucho más amplio y rápido que el que tendríamoss si lo hiciéramos de modo orgánico. Es lo mismo que comentábamos en el programa anterior acerca de AdWords comparado con el SEO. Pero a diferencia de AdWords, aquí no tenemos "palabras clave", pues la gente no busca productos ni servicios en las redes sociales. Simplemente se los encuentra "magicamente". Hablemos de ello.
En los dos últimos programas hemos hablado de SEO y de SEM, y de ese concepto tan importante que son las palabras clave. O sea, eso que la gente busca en Google para encontrar productos o servicios que le interesan. Pero claro, en las redes sociales no buscan cosas, como se hace en Google. Entonces, cómo podemos llegar a los usuarios? Pues bien, la palabra mágica en esta ocasión, es "segmentación".
Segmentación, o sea, la clave del éxito
El punto fuerte que tienen las redes sociales, es la información de los usuarios. Pueden saber no sólo nuestros correos y nombres, sino también mucha más información, como nuestra ubicación geográfica, amigos, familia, gustos, preferencias, edad, trabajo, pareja, día de cumpleaños, sexo, sitios dónde hemos estado, empresa dónde trabajamos, y cientos de cosas más. Cada vez que hacemos un "Me gusta", Facebook se lo apunta, y aprende de nosotros.
Como individuales eso quizás nos puede parecer un poco aterrador, pero como empresarios nos abre un mundo de posibilidades, pues podemos mostrar nuestros anuncios a ese publico exacto al que queremos dirigir nuestro producto o servicio.
Por ejemplo, si somos una web para encontrar pareja, podemos dirigir anuncios a aquellas personas que están solteras, o que han acabado una relación sentimental hace poco. O si somos psicólogos, podemos ofrecer servicios a aquellas personas que se han quedado viudas recientemente. O a la gente que se ha tenido que mudar a otro país y viven lejos de la familia. Si somos cerrajeros, podemos mostrar anuncios a gente que se acaba de mudar a otro piso, y quizás quieren cambiar la cerradura por si acaso. Los veterinarios pueden anunciarse únicamente a gente que tenga animales, y las agencias de viajes únicamente a gente que suele viajar de forma frecuente. Todo eso es posible gracias a la segmentación. O sea, elegir a que perfil de personas quieres mostrar tu anuncio. Así de fácil.
¿Y cómo es él?
Pero para poder hacer eso, lo primero que tenemos que tener claro es como es tu perfil de cliente. Como dice la canción, ¿Y cómo es él? ¿En qué lugar se enamoró de ti? ¿De dónde es? ¿A que dedica el tiempo libre?. Si no tenemos respuestas a esas preguntas, paremos máquinas y no hagamos nada más en las redes sociales. Simplemente no vale la pena. No funcionará.
Tenemos que tener clara una idea de quien es nuestro perfil de cliente. Para poner un ejemplo, os hablaré del mío. Mi perfil de cliente es ese autónomo o propietario de una PyME, entre 33 y 43 años, que tiene un smartphone, que escucha podcasts, que le interesa y tiene cierta inquietud hacia la tecnología y conocer las tendencias actuales, para saber que puede aplicarlo en su negocio. No le interesa perderse nada que le pueda funcionar, pero no tiene demasiado tiempo para ponerlo a la práctica, pues su trabajo en el día a día le roba todo el tiempo, y no puede sacar más tiempo de dónde no hay. Así pues, a través de la confianza que genero en él a través de mis artículos, los programas, los cursos y las buenas referencias de otros clientes, decide contratar mis servicios. Ese es mi oyente, y el usuario de mi web.
Así pues, lo primero que debemos hacer es tener claro a quién nos dirigimos. Una vez tengamos eso claro, la campaña y el mensaje que lancemos en las redes sociales, saldrá sólo.
¿Y que tal eso de la viralidad?
El tema de la viralidad daría para un programa entero. Y de hecho, lo tendremos. Pero para situarnos, podemos decir que la viralidad es lo que se logra cuando cierto contenido que has subido en una red social se difunde de forma explosiva y exponencial, tal y como lo hace un virus. Así pues, el alcance de ese contenido llega cientos de miles de personas con un coste cero.
Hay muchos factores que ayudan a la viralidad. Y ya hablaremos de ellos. Pero el más importante es bastante curioso, pues es relativamente egoísta. Es la respuesta a la pregunta ¿Porqué la gente comparte algo en las redes sociales? Y la respuesta es "La gente comparte un contenido porque tenerlo en su cuenta les hace parecer más [lo que sea]." Más inteligentes, mas guapos, más honestos, más hippies, más utiles... da igual. Lo que sea, pero que quieren dar a conocer que eso forma parte de su "marca personal". Así pues, tu contenido debería servir y ayudar a tus seguidores a sentirse bien acerca de ellos mismos.
Así pues, cuando vayas a publicar algo en las redes sociales, no pienses sólo en ti, sino en ellos. Y contesta sinceramente a la pregunta "¿Compartiría yo eso, si fuera de otra empresa?"
Linea editorial o guía de estilo
Finalmente, acabaremos mencionando otro punto clave que se debe abordar en toda estrategia de redes sociales, es la linea editorial y guía de estilo. Debemos tener muy claras las respuestas a preguntas como ¿Cómo hablaremos a nuestra comunidad? ¿De "tú" o de "usted"? ¿Formal o informalmente? ¿Cuantas veces publicaremos algo? ¿Cada día? ¿Una vez a la semana? ¿Una vez al mes? ¿Qué tipo de contenido publicaremos? ¿A que horas publicaremos?
Todo eso dependerá de cada caso. Del tipo de empresa, de producto, de servicio... Por ejemplo, no es lo mismo el Facebook de una pastelería que el Facebook de una compañía de seguros. Unos puede permitirse un nivel de informalidad que los otros quizás no. Así pues, no hay una respuesta correcta única, porque depende de vuestro caso en particular.
En resumen...
Resumiendo, podemos decir que las redes social son una herramienta fundamental para difundir nuestro producto o servicio. Tal difusión se puede hacer de forma orgánica o pagando, y que la clave de esa difusión es que se puede segmentar, para llegar a ese público específico al cual nos queremos dirigir. Deberemos pensar muy bien como hacerlo, y si la estrategia de redes sociales está bien diseñada, los resultados pueden ser extraordinarios.
En fin, espero que el programa de hoy os haya sido de provecho, y que hayáis aprendido algo de valor. Si es así, no olvidéis valorar el podcast en iTunes con esas cinco estrellas, que siempre ayuda. Y si tenéis cualquier duda, podéis contactar conmigo a través de https://boluda.com/contactar, o de mi correo joan@boluda.com
¡Muchas gracias por vuestro tiempo, y hasta el próximo programa!