Hoy resolvemos el caso de la robótica ascendente, en el que Javier puede dejar su trabajo para dedicarse a su afición y vocación a tiempo completo.
Pero antes, recordemos que tenéis a vuestra disposición los cursos para emprendedores de boluda.com. Estamos en pleno curso de TikTok Ads, en el que hoy veremos cómo crear anuncios, así como sus posibles formatos.
Y ahora sí, vamos a por el desenlace del caso: Javier, un ingeniero en robótica de 32 años, cuya historia trasciende los límites convencionales de la carrera profesional y la educación. No solo es un apasionado experto en robótica, sino que también es un intrépido emprendedor que ha sabido convertir su entusiasmo en una vía para inspirar y educar a otros.
Como ya comentamos la semana pasada, se sintió atraído por los intrincados engranajes de la tecnología. Esta pasión lo llevó a estudiar robótica y convertirse en un experto en el campo. A pesar de su éxito en su trabajo corporativo, siempre anhelaba una forma de compartir sus conocimientos y contribuir al aprendizaje de otros.
A medida que avanzaba en su carrera en una compañía de robótica de renombre, no pudo evitar sentir que su verdadera pasión yace en la educación. Motivado por su deseo de inspirar a jóvenes mentes y fomentar el interés en la tecnología, comenzó a realizar exhibiciones de robótica en ferias locales y escuelas. La respuesta fue abrumadoramente positiva, especialmente entre los jóvenes, lo que lo convenció de que tenía un papel vital que desempeñar en la educación de futuras generaciones.
Llegados a ese punto, decidió llevar su enseñanza al mundo digital. Así nació su canal de YouTube, donde comenzó a subir videos semanales enseñando conceptos básicos de robótica, programación y construcción de robots. El canal rápidamente ganó tracción y alcanzó los 100,000 suscriptores en su primer año.
También lanzó un kit de robótica básico que permitía a sus seguidores poner en práctica lo aprendido en sus tutoriales. Aunque las ventas eran prometedoras, enfrentó desafíos logísticos en la fabricación y distribución. Este punto crítico lo llevó a tomar decisiones cruciales en su vida profesional.
El dilema entre su trabajo corporativo y su creciente empresa de educación y kits de robótica se encontró en una encrucijada. Consideró varias opciones, desde solicitar una reducción de jornada hasta dejar su empleo a tiempo completo para dedicarse a su proyecto. Finalmente optó por solicitar una reducción de jornada laboral, lo que le permitiría equilibrar su tiempo entre su trabajo, su canal de YouTube y su negocio emergente.
Además, decidió externalizar el proceso de montaje y envío de los kits de robótica para liberar tiempo, a cambio de enlaces de afiliado y descuentos en kits preensamblados. Este enfoque no solo mejoró su eficiencia, sino que también le proporcionó una fuente adicional de ingresos.
Para monetizar su canal y brindar más valor a su audiencia, decidimos implementar un modelo freemium. Los conceptos básicos se compartían en su canal de YouTube, mientras que las capacidades avanzadas se reservaban para los suscriptores. Esta estrategia funcionó muy bien, ya que los suscriptores se mostraron dispuestos a pagar por acceso exclusivo a contenido avanzado y sesiones de preguntas y respuestas en vivo.
La decisión se tomó después de consultar a su audiencia sobre la posibilidad de ofrecer membresías con más tutoriales, kits de robótica y sesiones de oficina en vivo. Esta interacción no solo fortaleció su conexión con los seguidores, sino que también le brindó ideas valiosas para el crecimiento de su empresa.
Aquí os dejo los resultados de los tres primeros meses:
- Primer mes:
- 173 apuntados a 15€ -> 2.595€
- 25 a 25€ -> 625€
- Total: 3.220€
- Segundo mes:
- 21 apuntados a 15€ -> 315€
- 7 a 25€ -> 175€
- Total: 490€ (acumulado 3.710€)
- Tercer mes
- 19 a 15€ -> 285€
- 3 a 25€ -> 75€
- Total: 360€ (acumulado 4.070€)
Actualmente ya pasa los 6.000€, y gracias a ello pudo dejar el trabajo a los 6 meses de lanzar su membership. Su viaje de la robótica corporativa a la educación independiente demuestra que, a veces, el mayor éxito surge cuando se persigue una vocación con corazón y determinación, pero siempre minimizando los riesgos.
Es por eso que siempre recomiendo tener de 6 a 12 meses de ingresos ahorrados cuando vamos a dar "el salto", ya que si debemos depender de los ingresos desde el primer mes, podemos pasar por momentos de mucho estrés. Lo ideal es tenerlos en una cuenta corriente aparte y realizar una transferencia automática cada mes, a modo de sueldo. Y todo lo que sea realizar pasos intermedios, como pedir una reducción de jornada o incluso una excedencia, puede ayudar a emprender de forma más relajada.
En fin, pues hasta aquí el caso de hoy. Como siempre, muchas gracias a todos por vuestras valoraciones de cinco estrellas en iTunes y Spotify, estar ahí, al otro lado, y especialmente por suscribiros a los cursos y a los audiocursos para hacer esto sostenible, porque sin vosotros esto no sería lo que es, sin vosotros esto simplemente... ¡No sería!
Nos escuchamos mañana miércoles con un caso de éxito al más puro estilo Perry Mason. Como siempre, a las 07:07. Hasta entonces... ¡Muy buenos días!