Este año, uno de los servicios que más nos han demandado es la de un "Consultor Facebook". Cada vez más, las redes sociales, y porque no decirlo, Facebook, tienen más presencia en todos los sectores económicos. Todo el mundo tiene un Facebook; programas de televisión, de radio, prensa, famosos, futblolistas... no es de extrañar entonces, que los empresarios más avispados decidan que también "quieren un Facebook" para su empresa.
El otro día comentaba con un cliente que hay dos posibilidades para entrar en este fantástico mundo de Facebook, que me recuerdan muchísimo cuando en 1992 se hablaba de Internet, y de las páginas web. La primera posibilidad es la de "estar en Facebook", o lo que hace 20 años era "tener una web". La segunda posibilidad es la de "apostar por Facebook", o lo que equivalentemente antes era "aportar por Internet". En función de los objetivos de cada empresa, se puede optar por una u otra posibilidad, pero evidentemente, los resultados no tendrán nada que ver. Veamos las opciones más en detalle
1. Estar en Facebook
Tus principales competidores están en Facebook, tu clientes también, tus proveedores lo mismo... incluso el programa de radio que escuchas por la mañana, y toda tu familia está en Facebook. Y decides que tu también quieres estar, para poder poner la URL en tu catálogo, y un acceso directo en tu página web.
Si este es tu escenario, no esperes sacarle mucho partido a Facebook. Simplemente estarás ahí, con un cierto numero de seguidores (normalmente familia, amigos, clientes y proveedores), a los que periodicamente informarás sobre tus servicios, como si se tratara de un newsletter más. Estás cubriendo una necesidad "simbólica", ya que el hecho de no estar en Facebook, hace que tu empresa parezca que no está al día, y de este modo quedas cubierto.
2. Apostar por Facebook
Quieres sacar provecho de Facebook. Entiendes que una red con 10 millones de usuarios en España más que una red, es un mercado con un potencial enorme, y lo quieres todo para ti. Quieres ofrecer tus productos o servicios a aquellas personas que entran dentro de tu público objetivo, ya sea a través de acciones virales, o de campañas publicitarias extremadamente segmentadas. Quieres oír la voz de tus clientes, para mejorar tu servicio y cubrir sus necesidades presente y futuras.
Si ese es tu escenario, prepárate, porque Facebook puede dar mucho de sí. Podrás hacer crecer tu red de usuarios a través de la red social, para llagar a acumular grupos de miles de seguidores con los que podrás estar en contacto, podrás conocer la opinón real de tus clientes sobre tus productos, para mejorar tu producto, ofrecerles lo que necesitan, y que ellos mismos se conviertan en los prescriptores de tu empresa a sus amigos.
Evidentemente, la carga de trabajo de una opción no tiene nada que ver con la otra. En el primer punto, simplemente puedes crear una página, invitar a todos tus amigos, conocidos, clientes y familia, y olvidarte de ella si no tienes nada que contar. Simplemente cuando tengas alguna noticia te conectas, la cuelgas, y ahí queda la cosa.
Pero la segunda opción ya requiere el rol del Community Manager, una persona que se encargue de crear, gestionar y dinamizar tu página en Facebook, para que vaya a más, no solamente en número de seguidores, sino también en la calidad de estos. Así como una web necesita visitas de calidad, una página en Facebook necesita simpatizantes de calidad. Aquellos a los que realmente les interesa saber de ti, y a los que la figura del Community Manager gestionará día a día.
Que quede claro que ninguna de las opciones es mejor que la otra. Simplemente depende de los objetivos marcados. Quizás solamente te interese estar en Facebook por el tipo de negocio que tienes. Y quizás te interese más apostar por Facebook. ¡La decisión es tuya!
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